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La dinámica de las relaciones de pareja ha experimentado un cambio de paradigma en el nuevo milenio. En el pasado, las relaciones de pareja solían referirse a una alianza heterosexual que culminaba en matrimonio. Hoy en día, ese espectro se ha ampliado astronómicamente. Una tendencia que se ha impuesto rápidamente en las relaciones de la nueva era es la de las parejas que viven juntas sin atar el nudo, lo que nos lleva al eterno debate entre matrimonio y convivencia.en el debate sobre las relaciones.
¿Existen diferencias claras entre las dos? ¿En ambas hay peleas por toallas mojadas en la cama? ¿O una de ellas es la clara vencedora, una utopía en la que todo son arco iris y mariposas? Aunque estamos bastante seguros de que las toallas mojadas en la cama van a molestar a cualquier pareja al menos una vez en la vida, las diferencias generales entre ellas pueden parecer escurridizas a primera vista.
Dado que en ambos casos se convive con la pareja, es posible que pienses que las diferencias entre matrimonio y convivencia no son demasiado pronunciadas, pero cuando te adentras en el meollo de la cuestión, las claras diferencias pueden sorprenderte. Echemos un vistazo a las cosas que deberías saber sobre cada uno de estos tipos de relación.
Diferencias entre matrimonio y convivencia
Hoy en día, vivir en pareja es tan común como casarse, si no más. Los estudios han descubierto que las tasas de matrimonio han ido disminuyendo gradualmente, mientras que la tasa de relaciones de convivencia se ha disparado. Casi todas las parejas en una relación comprometida a largo plazo, cohabitan hoy en día. Algunos luego dan el paso hacia el matrimonio. Para otros, la idea es redundante, ya que ya están compartiendo sus vidas.y hacerlo sin involucrarse en las formalidades y obligaciones que conlleva la institución del matrimonio.
Sin embargo, la diferencia clave entre el matrimonio y la convivencia radica en los derechos legales que se pueden reclamar como cónyuge de alguien frente a como pareja que vive junta.
Si tú y tu pareja os encontráis en esa encrucijada de la relación en la que os planteáis si necesitáis casaros o si os basta con vivir juntos, sopesar los pros y los contras del matrimonio frente a la convivencia puede ayudaros. He aquí algunos datos a tener en cuenta a la hora de tomar la decisión "matrimonio o convivencia".
1. Dinámica de las relaciones
El matrimonio es una alianza entre familias, mientras que una relación de convivencia es esencialmente entre los dos miembros de la pareja. Eso puede ser algo bueno o malo, dependiendo de tu visión de la vida y de lo que quieras de tu relación. Si te acobarda la idea de hacer de hija o yerno... , Pero si tienes una visión tradicional de las relaciones, el matrimonio puede hacerte sentir más seguro.
2. Hijos matrimoniales o convivientes
Si tienes hijos, es un aspecto importante a tener en cuenta a la hora de elegir entre matrimonio o convivencia. Desde el punto de vista legal, las parejas de hecho tienen influencia sobre la vida de sus hijos.
Llevar a un hijo a una relación de convivencia puede resultar complicado si las cosas se tuercen entre usted y su pareja. Por otro lado, en un matrimonio, los derechos del niño están plenamente garantizados. Pero si el matrimonio se acaba, las batallas por la custodia suelen convertirse en un punto delicado en los procesos de divorcio.
3. El compromiso es una diferencia clave entre el matrimonio y la convivencia
Los estudios demuestran que las parejas casadas tienen más probabilidades de manifestar una satisfacción general y un mayor nivel de compromiso que las que viven en pareja.
La investigación también muestra que la convivencia no siempre es una decisión bien meditada. Puede empezar dejando un cepillo de dientes en el apartamento del otro, hasta pasar allí la mayor parte de los días. Un día te das cuenta de que quieres mudarte con ellos, pero no se han mantenido conversaciones sobre el compromiso, el futuro y los objetivos vitales. Así que, desde el principio, una relación de convivencia empieza a sufrir deproblemas de compromiso.
A la hora de tomar la importantísima decisión de casarse o vivir en pareja, las percepciones sociales y legales son aspectos cruciales sobre los que reflexionar.
Ver también: Las 8 causas más comunes de inseguridad4. Una mejor salud es un factor a tener en cuenta en la elección del matrimonio o la convivencia
Según Psychology Today, las investigaciones indican que el matrimonio puede promover una mejor salud mental y física entre los miembros de la pareja, en comparación con la soltería o la convivencia.
Las parejas casadas también experimentan una menor incidencia de enfermedades crónicas, así como una mayor tasa de recuperación , lo que probablemente se deba a que gozan de una mayor aceptación social y experimentan estabilidad emocional en la institución tradicionalmente aprobada del matrimonio. Es difícil precisar las razones de por qué ocurre esto, pero las estadísticas no mienten.
Matrimonio o convivencia: datos a tener en cuenta
Hoy en día existen todo tipo de relaciones, y no hay un manual que determine si una es mejor que la otra. La mayoría de las veces, la decisión depende de las elecciones y circunstancias de cada uno. Dicho esto, la elección de matrimonio o convivencia es una decisión con la que tendrás que vivir durante mucho tiempo y, por tanto, no debes tomarla a la ligera. A continuación te presentamos algunashechos en los que basar su elección:
Datos sobre las relaciones de convivencia:
Las relaciones de convivencia son cada vez más comunes entre las parejas jóvenes de hoy en día. Una encuesta realizada por los CDC en los EE.UU. señala un aumento significativo en el número de parejas que cohabitan en el grupo de edad de 18 a 44 años. La oportunidad de conocer a la pareja sin entrar en una relación legalmente vinculante es una de las mayores ventajas de las relaciones de convivencia. Para averiguar siesta es la opción ideal para ti, aquí tienes algunos pros y contras de la cohabitación que debes tener en cuenta:
1. No existe ningún requisito formal en una relación de convivencia
Dos adultos pueden decidir vivir juntos en cualquier momento de su relación. No hay requisitos previos para formalizar un acuerdo de este tipo. Todo lo que se necesita es un lugar para mudarse y listo. Todo el proceso de casarse puede ser suficiente para disuadir a muchos por completo. ¿Quién quiere involucrar al gobierno cuando todo lo que tienes que hacer es empezar a guardar tus cosas en tu casa?el compañero está en casa, ¿verdad?
Para muchas personas, esto es lo más importante a tener en cuenta cuando piensan en los pros y los contras del matrimonio frente a la convivencia. Sobre el papel, puede parecer que se obtiene lo mejor de la vida matrimonial sin tener que pasar nunca por la molestia de casarse.
2. La cohabitación puede terminar de manera informal
Dado que no existe ningún acuerdo legal en la relación, ésta puede terminar tan fácilmente como puede empezar. Los dos miembros de la pareja pueden decidir de mutuo acuerdo poner fin a la relación, marcharse y seguir adelante. O uno de los miembros de la pareja puede abandonar la relación, provocando su fin.
Aunque no hay un proceso largo para poner fin a una relación de convivencia, el desgaste emocional que supone puede ser comparable al de pasar por un divorcio. Al considerar el matrimonio frente a las relaciones duraderas, quizá sea por las legalidades que conlleva poner fin a un matrimonio lo que da a la gente un motivo extra para esforzarse por arreglarlo.
3. La división de los bienes depende de los socios
No existen directrices legales que regulen los términos de las relaciones de convivencia. Ésta sigue siendo una de las diferencias más marcadas entre las relaciones de compromiso y el matrimonio. Nuestras leyes no se han modificado para adaptarse a los nuevos tiempos, y por ahora los tribunales abordan los conflictos entre parejas de hecho caso por caso.
Si tú y tu pareja decidís poner fin a la relación, la división de los bienes tendrá que hacerse de mutuo acuerdo. En caso de disputa o bloqueo, puedes recurrir a la justicia. Esto se considera una de las principales desventajas de las relaciones de convivencia.
4. Existe una disposición para dejar una herencia
Las normas de convivencia no cubren la herencia en caso de fallecimiento. Si uno de los miembros de la pareja fallece, los bienes comunes serán heredados automáticamente por el miembro superviviente.
Sin embargo, si el bien pertenece legalmente a uno solo de los miembros de la pareja, deberá hacer testamento para asegurarse de que el otro queda cubierto. A falta de testamento, el bien será heredado por el pariente más próximo. El miembro superviviente de la pareja no tendría ningún derecho sobre el patrimonio a menos que su nombre se mencionara en el testamento del otro miembro.
5. Cuenta bancaria conjunta en una relación de convivencia
Establecer cuentas conjuntas, seguros, visados, añadir a su pareja como titular en documentos financieros e incluso el derecho de visita a un hospital puede ser todo un reto. Éste es un factor importante a tener en cuenta en los pros y contras de la cohabitación.
En caso de que ambos miembros de la pareja mantengan cuentas separadas, ninguno de ellos podrá acceder por sí solo al dinero de la cuenta del otro. Si uno de los miembros de la pareja fallece, el otro no podrá utilizar su dinero hasta que se liquide la herencia.
No obstante, puede abrir una cuenta bancaria conjunta si está de acuerdo en que su pareja obtenga la viabilidad para acceder o gestionar sus cuentas bancarias. Con una cuenta bancaria conjunta, la independencia financiera de la pareja superviviente no se ve mermada en caso de fallecimiento intempestivo o repentino del otro.
6. Asistencia mutua tras la separación
Las parejas que conviven no están obligadas a mantenerse mutuamente tras la separación, salvo que exista una declaración de compromiso jurídicamente vinculante. Esto puede acarrear problemas económicos para uno o ambos miembros de la pareja, uno de los grandes retos de las relaciones de convivencia.
7. En caso de enfermedad, la familia tiene derecho a decidir
No importa cuánto tiempo lleven conviviendo dos personas, el derecho a tomar decisiones sobre el apoyo al final de la vida y los cuidados médicos de esa pareja corresponde a sus familiares directos, salvo que se especifique explícitamente lo contrario en un testamento. Evidentemente, hay que hacer los trámites necesarios de antemano por si surge cualquier eventualidad.
Ver también: ¿Extrañan los infieles a su ex? Descúbrelo8. La paternidad en las relaciones de convivencia tiene muchas zonas grises
Al no haber leyes claras que regulen los derechos y responsabilidades de los padres que no están legalmente casados, criar a un hijo juntos en una relación de convivencia puede implicar muchas zonas grises, sobre todo si empiezan a surgir diferencias. El estigma social que conlleva también puede ser un problema.
Como puedes ver, las principales diferencias entre el matrimonio y la convivencia radican en los aspectos legales y las complicaciones que pueden surgir. Dado que el compromiso no se mantiene mediante un documento jurídicamente vinculante, las cosas pueden ponerse un poco complicadas. Aun así, no se puede decir que uno sea necesariamente mejor que el otro.
Datos sobre el matrimonio
A pesar de la creciente popularidad de la cohabitación entre las parejas, el matrimonio sigue teniendo bastantes adeptos. Algunas parejas deciden dar el paso de casarse después de haber vivido juntas. Otras lo ven como una progresión natural de una relación romántica. ¿Merece la pena casarse? ¿Tiene alguna ventaja? Tanto si está pensando en casarse por razones prácticas o para poner un sello de finalidad a surelación, he aquí algunos datos a tener en cuenta:
1. Solemnizar un matrimonio es un asunto más elaborado
El matrimonio es un acuerdo más formal, regido por ciertas leyes estatales. Por ejemplo, existe una edad mínima para contraer matrimonio. Asimismo, para que un matrimonio sea legalmente reconocido, debe solemnizarse según los rituales religiosos aprobados por el Estado o ante un tribunal. Después, la pareja debe solicitar el registro del matrimonio y obtener un certificado de una autoridad competente.
2. Poner fin a un matrimonio es un proceso legal
La disolución de un matrimonio implica la anulación o el divorcio, dos procedimientos legales largos, complicados y costosos. Aunque poner fin a una relación de convivencia conlleva sus propios obstáculos y penas, el divorcio es, al menos sobre el papel, un proceso más complejo que la disolución de una relación de convivencia.
3. En el divorcio hay división de bienes
Un procedimiento de divorcio conlleva una división de los bienes de propiedad conjunta de los cónyuges. En función de los acuerdos o las declaraciones del divorcio, la división de los bienes puede asignarse en consecuencia. Dado que todo se rige por las leyes tramitadas en los tribunales de justicia, no queda mucho margen para la confusión o las discusiones al respecto.
4. El cónyuge económicamente estable tendrá que mantener al otro
El cónyuge económicamente estable tiene la responsabilidad de proporcionar alimentos a la pareja separada incluso después de la separación, lo que puede hacerse mediante una pensión alimenticia o una pensión mensual, o ambas cosas, según decida el tribunal.
5. Derecho legal a tomar decisiones en nombre del cónyuge
En caso de que uno de los miembros de la pareja enferme gravemente, el otro tiene autoridad legal para tomar decisiones cruciales sobre la atención sanitaria, las finanzas e incluso los cuidados al final de la vida. Quizás estas legalidades puedan considerarse algunas de las ventajas de estar casado frente a vivir juntos, ya que las parejas casadas obtienen automáticamente el poder de tomar tales decisiones.
6. Derecho a heredar bienes
La viuda o el viudo heredan automáticamente los bienes de su cónyuge fallecido, salvo que se especifique lo contrario en un testamento legalmente otorgado.
7. Legitimidad de los descendientes
El hijo de una pareja casada es el heredero legal de todos sus bienes y la responsabilidad de mantenerlo económicamente recae en los padres.
8. Después del divorcio
Incluso en caso de separación o divorcio, el progenitor no custodio tiene la responsabilidad legal de mantener económicamente y criar conjuntamente a los hijos nacidos del matrimonio.
Reflexiones finales
La diferencia entre el matrimonio y la convivencia radica en la aceptación social y legal de la que goza el primero. A medida que la sociedad evolucione, esta dinámica puede cambiar. Tal y como están las cosas hoy en día, el matrimonio es la forma más segura de compromiso para una relación a largo plazo.
Dicho esto, el matrimonio puede tener sus trampas y sus defectos, sobre todo si acabas con la persona equivocada. Entonces, ¿es una buena idea vivir juntos antes de casarse? Debes saber que no existe un enfoque único a la hora de elegir una relación. Sin embargo, es pertinente sopesar estos pros y contras a la hora de tomar una decisión.